The Goote Project da forma a un concepto gráfico de moneda, nacido de la lectura de dos novelas de ficción distópica: We (Yevgueni Zamyatin, 1921) y 1984 (George Orwell, 1948).
En el año 2036 el Goote es la moneda oficial de Oceanía, una de las tres superpotencias que disputan la hegemonía de un planeta Tierra muy castigado por la contaminación y la guerra. El Estado es gobernado por un régimen totalitario bajo el control del omnipresente Well-Doer (Bienhechor) que impone la ideología Oceánica: Basada en el culto
a las máquinas, a la ciencia y la aplicación exhaustiva de una
matemática perfecta.
La homogénea población, Unos 45 millones, está despersonalizada y carece de cualquier libertad individual en aras de la felicidad. Son designados mediante números identificativos (vocal y número par para mujeres, consonante y número impar para hombres) y viven trabajando con orgullo para el Estado del que forman parte como la pequeña pieza de una inmensa máquina perfecta. Para que esto se cumpla correctamente, son vigilados en todo momento a través de una arquitectura de cristal, dispositivos de vigilancia que también difunden información manipulada, y del brazo ejecutor del Well-Doer: Los protectores, que tienen licencia para detener y «vaporizar» a aquellos que atenten contra el bien de Oceanía.
Pero, probablemente, los más efectivos métodos de control sean el miedo y odio generados con propaganda ante los Estados enemigos, y la Neolengua: El idioma oficial de Oceanía, una optimista evolución artificial del inglés que prescinde de determinadas palabras o crea otras nuevas para eliminar su concepto y así erradicar el libre pensamiento. Para evitar conflictos entre números, sus relaciones personales
y mismo sexuales están controladas y asignadas, mediante abono,
de manera eficiente.
El Goote (Good-Note) es fijado y regulado por el Departamento Goote, que forma parte del Miniplenty (Ministerio de la abundancia) y permite distribuir equitativamente a cada número que trabaja en Oceanía los bienes y servicios necesarios para que desarrollen su función satisfactoriamente.


